jueves, 25 de septiembre de 2014

¿Por qué?

Todavía dolido por lo sucedido, decidí esperar, esperar a que algo bueno me ocurra, que una mínima ilusión me sonría. ¿Cuánto seria el tiempo que tendría que esperar?, la ansiedad me carcomía por dentro y por fuera, no podía ocultar mis nervios, no paraba de moverme de aquí para allá pensando en el feo momento que acababa de vivir, todo sucedió muy rápido, no dio tiempo de reacción a nada, lo último que recuerdo es… es… ¡nada!, no recuerdo nada, es como que todo se hubiera ido misteriosamente, como si mi cabeza me este ocultando algo, pero… ¿Qué?, ya creo que ni vale la pena pensar en que, total, ya paso, aunque seria estimulante para mi saber qué es lo que ocurrió ayer, recuerdo… estaba sentado en el patio de mi casa, tranquilo, tomando un mate con mi mujer, una noche como cualquier otra, aburrido y alegre a la vez, nada en particular. Recuerdo que había sido un día agotador, mucho trabajo en la oficina y los típicos problemas con el transporte público. Me había despertado temprano esa mañana, con la idea de desayunar tranquilo y poder compartir el momento con mi mujer. Recuerdo el trabajo, todo lo que hice ese día, me la pase escribiendo problemas en la computadora, eran demasiados, había muchos inconvenientes en la empresa, y tenía que archivarlos en la computadora, tecleaba y tecleaba, parecía que nunca llegaría a terminar a tiempo para llegar a mi casa a pasar la noche con mi amada esposa, pero… llegue a tiempo, no recuerdo haber terminado mi trabajo, tampoco en el cómo llegue a mi casa. 
Empiezo a recordar mas, pero no importa porque no recuerdo que es lo que me paso, ¿Por qué?, instintivamente se que algo malo me paso, pero mi cabeza no me deja ver que es, ¿me estará protegiendo de algo? Pienso… pero nada, solo sé que donde antes había un recuerdo ahora hay un espacio oscuro, que me causa… me provoca… me obliga a pensar en que hay ahí. Estoy más nervioso que antes, empiezo a deambular de un lado a otro, me como las uñas, agarro mi cabeza con el fin de hacerla funcionar, pero nada… suspiro, me relajo, y empiezo a concentrarme, hago un último intento por recordar que fue lo que me paso, sueno mis dedos, me muerdo los labios, vuelvo a golpear mi cabeza, hasta que… empiezo… ¡a olvidar!, empiezo a olvidar todo, todo eso que había recordado, comienza a abandonar mi mente, decido dejar de recordar para dejar de olvidar, aunque no fuese mi intención olvidar. Ahora solo se que si intento acordarme de algo, olvido otra cosa, pero… tengo curiosidad de que fue lo que paso, eso tan terrible que me sucedió. 
Ahora tengo demasiadas preguntas a las cuales respuestas no les puedo encontrar por la simple razón de que me costaría la memoria, pero… ¿Por qué?, ¿fue tan terrible lo que me paso?, o… ¿fue algo demasiado bueno que quede pasmado de la sorpresa?, ¿no habré sido yo el que hizo lo tan terrible?, no… no podría haber sido yo, ¿Cuál sería mi razón? Pero no… no fui yo, si no… lo recordaría… estaría siendo carcomido por dentro por mi conciencia, pero… también lo podría haber hecho inconscientemente… y… así no lo recordaría… ¡no!, yo no podría haber hecho nada que me hiciera mal a mí mismo, ¿o sí?. Estoy dando vueltas sobre los mismos interrogantes, no vale la pena hacerse estas preguntas que solo me ponen peor. Intento una vez más recordar, pero con el cuidado de no perder mis memorias, vuelvo a suspirar, me rasco la cabeza, aloco mi cabello, me siento en el piso y empiezo a vagabundear por mi inconsciente, trato de no dejar pasar ninguno de mis recuerdos, los reviso a todos uno por uno, desde el principio hasta el fin, dicen que para encontrar el desencadenante de un enigma hay que revisar desde cero, y así pienso revisar mi cabeza. Comienzo a ver algo... termine de trabajar... tome el colectivo y... llegue a mi casa, justo para el horario del mate en el patio, entonces... ¿qué es lo que me paso?... recuerdo que me tire a dormir, mire a mi mujer a los ojos y... mire su bello cabello a la poca luz de la luna que entraba por la ventana entre abierta... estire mi mano, acaricie su frente con mis nudillos... agarro mi mano… la rozo con sus labios rosados, me miro con sus ojos colmados de lagrimas… mientras que pasaba mi mano por su hermoso rostro… comenzó a sacar la mano que tenia por debajo del acolchado… teniendo en ella un filoso cuchillo recubierto con un brilloso rojo sangre… con mis ojos entre cerrados y con muy pocas fuerzas mire mi abdomen, sentí un frio polar por todo mi cuerpo… la volví a mirar… me miro… me hablo…me dijo… “perdón, yo no quería, perdón”… se largo a llorar… llore… me besó…sentí sus frías y saladas lagrimas sobre mis labios…y... ahora estoy vagando en la nada, soy solo un pobre espíritu desgraciado que fue traicionado, y que está condenado a vagar por la nada pensando en el... ¿Por qué?...

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