jueves, 25 de septiembre de 2014

Auxilio

Escucho un golpe contra la ventana, uno fuerte. El viento sopla con mucha desesperación, así que supongo que puede ser alguna rama desprendida. Llueve de forma torrencial, una tormenta eléctrica. Otro golpe azota al vidrio de la habitación. Tengo miedo. Salgo a ver por la puerta que puede ser, un escalofrió recorre mi cuerpo. Cierro bruscamente, y corro hasta el living, prendo el televisor y la luz, subo el volumen del noticiero. De repente siento presencias por mí alrededor. Me parece ver una sombra en el margen de la puerta. Un grito pequeño sale de mi boca. Otra sombra, o la misma tal vez… o más, pasan a gran velocidad por la ventana. La luz se apaga. El televisor comienza a cambiar bruscamente de canales, una y otra vez. Dudo entre acurrucarme y esperar despertar y salir corriendo de la casa. Opto por la segunda opción.
Salgo a gran velocidad a la calle. Todo estaba destruido.
Corro, tratando de huir, sin rumbo prefijado. Me siento un animal. Una gran carga de adrenalina recorre todo mi ser. De pronto, sin darme cuenta, estaba corriendo en cuatro patas. Comienza a salirme un pelaje reluciente, dorado. Con rapidez empiezo a alejarme de todo lo que conozco. Las luces de la calle van explotando a mi paso, una a una. Siento que mi perseguidor puede alcanzarme. Intento modificar mi estrategia, trato de confundirle, metiéndome entre callejones y pasajes.
Los edificios delante de mí se desploman lentamente. Mi corazón late a máxima velocidad. Mi tamaño crece. Sin darme cuenta, me encuentro saltando en el aire de edificio a edificio. Logro sentirme mucho más bestial, brutal.
Oscuridad total. No veo para donde estoy viendo, no logro ver ni mis propias manos. Decido correr, tal vez es pasajero. Mi terror me motiva a seguir. Mi instinto no me deja detenerme. Escucho un aullido, escucho otro. Siento que me persigue una jauría. Una ola en la oscuridad me aplasta.
Abro los ojos. Estoy en un hospital, ahora normal. Mis manos volvieron a ser las de antes, ya no tengo pelaje. Me tranquilizo, me di cuenta que solo fue una pesadilla. Trato de dormir.
Escucho un golpe contra la ventana. Uno fuerte…

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